Diversas situaciones extremas enfrentan a las personas cada día (la pandemia, la política, pérdida de empleo u otros) lo que suscita convivencia hostil. Fernando García Diez, profesor de Psicología, propone alternativas para contrarrestar esta violencia.
Por Gabriela Hernández. 16 noviembre, 2021.
El profesor Fernando García Diez, supervisor clínico del Centro de Atención Psicológica Sonqo y profesor del programa académico de Psicología de la Universidad de Piura, explica las causas de la violencia en las interacciones de las personas y propone alternativas para contrarrestarla, a través de la construcción de vínculos libres y confiables con los demás.
“El fenómeno de la violencia a todos los niveles y la hostilidad y desprecio en el trato con los demás tienen una causalidad múltiple. La pandemia, el aislamiento, el hacinamiento en hogares muy pequeños, la pérdida del trabajo o la enfermedad y la muerte han generado la situación que vivimos ahora”, expone el psicólogo.
Las personas, continúa, han buscado la solución a todos estos problemas y esta se ha traducido, en muchos casos, en una respuesta de confrontación y fricción, que las incapacita para ver a los otros como seres humanos. “Respondemos con violencia de manera automática a lo que nos molesta con un gesto tosco, un insulto o un golpe; y la violencia se comienza a transformar en una manera de comunicarnos. La palabra pierde fuerza, es vencida por el grito y el gesto amenazante. Se reduce la gracia y la suavidad, y ganamos amargura y paranoia. Y, qué pena, porque vamos perdiendo la capacidad más alta, la capacidad de reflexionar y hablar, que nos hace humanos y nos hace la vida más linda”, enfatiza García Diez.
La alternativa a la violencia
Como los comportamientos violentos, en su mayoría, se ejecutan de manera automática, es necesario recuperar la aproximación consciente hacia las personas y las situaciones, resalta el especialista.
“Pongámosle una pausa al estilo de vida vertiginoso que llevamos y que nos impide pensar con calma. Procuremos tener momentos de convivencia sana con nuestros pares, estar en contacto con la naturaleza, apreciar y disfrutar el momento presente, y contemplar”, agrega el profesor. Asimismo, recomienda contrarrestar la aspereza de la violencia con la suavidad en las actividades que se realicen a diario.
Además, destaca, es importante no aplicar un enfoque de logros y de utilidad a absolutamente todo en la vida. “En el día a día, el hambre del éxito y resultados y la necesidad económica nos ponen en una ruta desesperada; pero se puede encontrar el punto medio”, anima.
“Todas las personas necesitamos recuperar la suavidad en el día a día, más diálogo tranquilo y menos confrontación, más pausas y menos inmediatez, más agradecimiento por las pequeñas cosas. Promover el contacto con las personas -y no sólo a través de las pantallas-, con la naturaleza, con animales de ser posible, con una buena lectura…”, concluye.
